2012-12-31

GUIA SOBRE LA POBLACION guia de geografia de chile


GUIA SOBRE LA POBLACION
1. POBLACION
El espacio natural se valoriza y cobra sentido con los habitantes que lo pueblan, los cuales le imprimen un carácter diferente de acuerdo a su propio dinamismo y singularidad.
En nuestro pa�­s, a partir de la década del 70, la población ha experimentado una disminución en su ritmo de crecimiento, que ha pasado de 2,5% a 1,5% anual. Esto ha significado un cambio en su estructura, ya que una población joven se está transformando paulatinamente en una población adulta.
Sin embargo, la composición económica y la distribución espacial de la población ha sufrido muy pocas modificaciones: Chile se mantiene como pa�­s terciario, con una población mayoritariamente urbana y con grandes desequilibrios en su distribución. La tendencia a una regionalización efectiva busca disminuir esta irregular distribución, pero todav�­a queda un largo camino por recorrer.
1.1. Origen de la poblacion chilenaLa composición actual de nuestra población es fruto de una larga historia cuya caracter�­stica esencial es el mestizaje.
A la llegada de los españoles a nuestro territorio, en el siglo XVI, el pa�­s estaba poblado por numerosos grupos ind�­genas que hab�­an logrado distintos niveles en su desarrollo cultural. Algunos, como los tehuelches y los onas, eran nómadas y viv�­an de la pesca y de la caza; Otros de vida más sedentaria, como los diaguitas, los mapuches, los picunches y los huilliches, trabajaban la tierra. Estos últimos grupos eran los más numerosos y, naturalmente, tuvieron mayor importancia en el proceso del mestizaje.
El elemento español que, junto con el ind�­gena, originó la base de nuestro mestizaje durante la Colonia, proven�­a principal­mente de Castilla y Andaluc�­a; posteriormente, en el siglo XVIII, se producir�­a una importante inmigración vasca que lle­gó a desarrollar un rol preponderante dentro de los grupos dirigentes. Otros grupos de inmigrantes, como ingleses y franceses, llegados en el per�­odo colonial, fueron poco numerosos, pero tuvieron alguna influencia en la formación de nuestra población.
A mediados del siglo XIX, el proceso de colonización fue organi­zado por el gobierno chileno. Se favoreció la llegada de colonos alemanes a las zonas rurales del sur: Osorno, Valdivia y Llan­quihue, tarea que se vio complementada en las últimas décadas con la llegada de nuevos colonos europeos que se instalaron en la Región de la Araucan�­a.
Desde fines del siglo pasado hasta las primeras décadas del siglo XX, la inmigración espontánea ha sido heterogénea, y los descen­dientes se han asimilado a la población existente, como ha sucedido con yugoeslavos, que se asentaron en Antofagasta y en Magallanes.
En s�­ntesis, se podr�­a afirmar que la población chilena es mestiza y en una gran mayor�­a blanca, lo que permite hablar de una cier­ta homogeneidad racial y cultural, que es notoria si se le compara con otros pa�­ses latinoamericanos. 

2. VOLUMEN, DENSIDAD Y DISTRIBUCIONLa población de Chile, según el Censo de 1992, es de 13.231.803 habitantes, con una densidad media de 18 hab/km2, que resulta baja con relación a la mayor�­a de los pa�­ses latinoamericanos. Es­to se debe principalmente a que casi un 80% de nuestro territorio no tiene condiciones de habitabilidad, por la existencia de montañas, hielos y desiertos.
Por otra parte, si comparamos las densidades regionales, encon­tramos grandes diferencias en la distribución de la población. Esta irregularidad obedece a factores naturales y culturales.
.Factores naturales
.El clima ha favorecido el poblamiento en la zona centro-sur, y ha obstaculizado el asentamiento en las regiones de los extremos norte (árido) y austral (fr�­o).
.Los recursos naturales y las actividades que se originan de ellos, como la miner�­a o la agricultura, también influyen en el poblamiento.
.El relieve es otro factor importante, ya que la población vive de preferencia en áreas bajas: en la Depresión Intermedia y en las Planicies Litorales. La zona andina, salvo el altiplano y algunos faldeos cordilleranos, está prácticamente deshabitada, y en la Cordillera de la Costa vive una población escasa.
.La presencia del agua es un elemento digno de tener en cuen­ta, ya se hable de r�­os, lagos, quebradas y oasis, pues siempre constituye un factor de atracción para el asentamiento humano.
.Factores culturales
A partir de la conquista, los núcleos de población han tendido a ubicarse en la zona central, y solo a fines del siglo XIX sé empe­zaron a poblar los extremos del territorio nacional. La excesiva centralización pol�­tica, administrativa y económica del pa�­s ha propiciado un gran desequilibrio poblacional y el crecimiento desmedido de la capital. Esta realidad se ha tratado de revertir con el proceso de regionalización iniciado en 1974, pero los resul­tados son muy limitados todav�­a, por la falta de mayores incenti­vos y autonom�­a en el desarrollo de las regiones.
POBLACIÓN INDÍGENAActualmente, la mayor�­a de los pueblos autócto­nos se ha extinguido (hoy constituyen menos del 10% de la población del pa�­s), y solo algunos de ellos se mantienen formando minor�­as que con­servan sus costumbres y tradiciones.
2.1. Zona Norte
Las regiones de Tarapacá, Antofagasta, Atacama y Coquimbo, que conforman esta zona, tienen una población de 1.481.767 habitantes (un 11,2% de la población del pa�­s), ubicada en una superficie que constituye, aproximadamente, el 40% del territorio nacional conti­nental. Debido ala escasez de agua y aridez del clima, hay poca ac­tividad agropecuaria y la población se concentra casi exclusiva­mente en los centros urbanos y portuarios del litoral. La excepción son las ciudades mineras del sector cordillerano, como Chuquica­mata, Calama y el poblamiento altiplánico de origen aymará. Hay también un poblamiento lineal en torno a algunas quebradas y oa­sis que se aprovechan para la agricultura, como Azapa, por ejem­plo. Lo mismo ocurre en los valles de Copiapó y Huasco.
La Región de Coquimbo cuenta con una densidad de 12,4 hab/km2,y su centro es la conurbación La Serena-Coquimbo. En una posición Este-Oeste la población ocupa los valles Elqui, Limari y Choapa, con tierras fertiles, muy ricas para la agricultura.
2.2-Zona Centro-Sur
La zona centro-Sur se ubica entre la Región de Valpara�­so y la Región de los Lagos. En este espacio, que corresponde al 28,3% del territorio continental, se concentra el 87% de la población chilena.
Los centros urbanos de esta zona se encuentran en la Depresión Intermedia exceptuando Viña del Mar, Valpara�­so, Concepción y Valdivia, que se ubican en la costa.
Con la Región de Valpara�­so se inicia un sector de alta concentración poblacional. Su densidad de población es de 83,8 hab/km2, predominando la población urbana costera en la conurbación Valpara�­so- Viña del Mar. Luego se dispersa hacia el norte y el sur por la costa, en centros rurales y urbanos que se ubican junto al r�­o Aconcagua
La población de la Región Metropolitana alcanza la impresionante cantidad de 5.170.293 habitantes: el 39% de la población total. La densidad de población es alt�­sima con respecto al resto del pa�­s; 333,8 hab/km2, y se concentra principalmente en el gran ciudad capital, que reúne además gran parte del poder pol�­tico, administrativo y económico de la nación. En sus alrededores hay ­ejes de poblamiento con centros urbanos menores que representan una posibilidad de desarrollo para descongestionar el gran S­antiago, como Melipilla y Curacav�­.
En las Regiones de O'Higgins y del Maule, el asentamiento tiende a concentrarse en la Depresión Intermedia, que posee condiciones óptimas para la agricultura; as�­ se suceden ciudades como Rancagua, Curicó y Talca. La VI región tiene una densidad poblacional de 42,1 hab/km2, y la VII, 27,5 hab/km2.
En la Región del Biob�­o, cuya densidad poblacional es de 46,8 hab/ Km2
se vuelve a presentar el máximo de concentración en el sector urbano costero de Concepción y Talcahuano, y se mantiene, en la Depresión Intermedia, una concentración de po­blación rural y urbana en ciudades como Chillán y Los Ángeles .
La Región de la Araucan�­a sigue concentrando su población en la depresión intermedia, en ciudades como Victoria, Temuco, y Loncoche. La población rural se extiende en los faldeos cordilleranos y sectores costeros representada principalmente por la población mapuche .LA Densidad de población de la región es de 24,3 hablkm2.
La Región de Los Lagos tiene gran parte de sus centros urbanos 1ocalizados en la Depresión Intermedia: Los Lagos, La Unión, Osor­no, y en la costa, Valdivia. La isla de Chiloé tam­bién tiene centros urbanos. En la costa se ubican Ancud y Castro. La densidad de Población de la región es de 14,2 hab/km2.
2.3- La zona Austral
Esta zona comprende las regiones de Aisén y Magallanes. A pesar que su superficie alcanza casi el 32% del territorio nacional, excluyendo la Antártida, tiene una población muy reducida y las densidades más bajas del pa�­s: Aisén 0,8 hablkm2 y Magallanes 1,08 hablkm2. Esto puede explicarse, en parte, por las condicio­nes naturales de inaccesibilidad y por el tard�­o poblamiento de esta zona. En ambas regiones predomina el asentamiento inte­rior en las mesetas y estepas trasandinas. La población urbana es la de mayor importancia, y se concentra en Aisén, Coihaique, Punta Arenas y Puerto Natales.

3. DIN�MICA DE CRECIMIENTO DE LA POBLACI�NEl crecimiento poblacional chileno ha sido permanente a partir de la primera mitad del siglo XIX, aunque no de manera homo­génea, según consta en los datos censales.
Al observar la evolución general de la población y la tasa de cre­cimiento, podemos ver dos momentos importantes: a mediados del siglo XIX, coincidiendo con un per�­odo de prosperidad econó­mica, ya mediados del siglo XX. Este segundo momento es la consecuencia exclusiva de una alta tasa de natalidad y de una baja en la mortalidad, alcanzada gracias a los avances en medici­na y salubridad públicas, ya que la inmigración al pa�­s ha sido muy reducida.
3.1. Crecimiento de la poblacionn en el siglo XXEntre 1900 y 1940, la escasa diferencia entre la alta tasa de na­talidad y la alta tasa de mortalidad es la causa del bajo creci­miento poblacional. La alta mortalidad se explica principalmen­te por las condiciones precarias de higiene y los deficientes ser­vicios de salud pública. En este per�­odo, la esperanza de vida era baja. Entre 1919 y 1922, por ejemplo, el promedio de vida era de unos 32 años, y una década más tarde, alcanzaba sólo a los 40 años. La mortalidad infantil también era muy alta, lle­gando a registrarse, en el año 1935, 257 %o defunciones de ni­ños menores de un año, una de las tasas más altas del mundo.
A partir de la década del 40, esta situación ha ido variando de manera notable; se han dado importantes pasos en materia de salud e higiene y se han mejorado las redes de agua potable y alcantarillado. A escala familiar, se aprecian los beneficios del desarrollo global del pa�­s; por una parte se mantienen las altas tasas de natalidad hasta 1960, al mismo tiempo que descien­den las tasas de mortalidad (1940: 21,3 %0, 1960: 12,3 %0). Con estas condiciones favorables aumenta progresivamente la esperanza de vida (1940: 41,8 años y 1960: 57,1 años). Actual­mente, Chile posee una de las tasas de mortalidad más bajas de Latinoamérica.
El consiguiente resultado de este proceso se observa en el alto crecimiento experimentado por la población chilena, que alcanzó su nivel máximo en 1960, con una tasa de 2,5% de crecimiento anual. Desde 1965 en adelante, la tasa de natalidad decrece, en parte respondiendo aun mayor desarrollo económico y social que favorece
acciones de planificación familiar establecidas a partir de 1962 por el Servicio Nacional de Salud. En 1991 la ta­sa de natalidad era de 21,3 %0 y la de mortalidad general era de
5,6 %o, lo que da un crecimiento vegetativo de 1,57% para ese año. La tasa media de crecimiento �­nter censal 1982-1992 es de 1,55% anual.
Estas bajas tasas de crecimiento son similares a las de otros pa�­­ses del cono sur, como Argentina y Uruguay, pero muy inferiores al resto de los pa�­ses latinoamericanos que crecen con mayor ra­pidez: entre 2% y 3% anual o más.
As�­, el crecimiento de nuestra población puede estimarse lento y moderado con relación a Latinoamérica, y moderado-alto con res­pecto a Europa, cuyas tasas de crecimiento no sobrepasan e] 1 % anual. Si se mantiene e] ritmo de crecimiento, se espera que para el año 2025 Chile tenga entre 19 y 20 millones de habitantes.
3.2. Crecimiento de la poblacion a nivel regionalEntre 1970 y 1982 la población chilena se incrementó en cerca de un 28%. En este per�­odo, las regiones extremas del pa�­s (I, II, XI y XII) crecieron muy por encima de] promedio nacional, favoreci­das por las pol�­ticas gubernamentales; la región metropolitana tuvo también un crecimiento importante, porque constituye un foco de atracción migratoria de ]as regiones Centro y Sur de] pa�­s, donde la población decrece rápidamente.
Estas tendencias muestran algunos cambios importantes en el per�­odo 1982-1992, en el que e] crecimiento de la población fue de un 17%. Tomando como referencia este porcentaje, las regiones de Tarapacá, Antofagasta, Atacama y Coquimbo crecen a un ritmo superior a la media del pa�­s, ]0 que indica su carác­ter de regiones receptoras de inmigrantes y de zonas que han sido favorecidas por las pol�­ticas pesqueras, de puerto libre y de industrialización.
La Región Metropolitana, por su parte, mantiene también un aumento por encima de la media desde los últimos 30 años, y continúa siendo la principal área receptora de inmigrantes. En el sur del pa�­s, la única región que sobrepasó la media de crecimiento en el per�­odo fue Aisén, favorecida también por las pol�­ticas de colonización que impulsó el gobierno.
La VI Región, del Libertador General B. O'Higgins, iguala su porcentaje al crecimiento del pa�­s, y ]as restantes regiones tie­nen un crecimiento menor, reflejando su carácter de áreas de emigración, que se ve acentuado en la IX y XII región.
4. COMPOSICI�N DE LA POBLACIoN SEGUN SEXO y EDAD4.1. Estructura de la poblacion por sexoLa población de Chile se compone de un 51% de mujeres y un 49% de hombres, proporción que se ha mantenido sin una variación significativa en los últimos censos y que tiene relación con una mayor mortalidad masculina. Este porcentaje equivale aun �­ndice de masculinidad de 96,6, es decir que en promedio , por cada cien mujeres del pa�­s hay 96,6 hombres.(1992)
El �­ndice de masculinidad var�­a a nivel regional: un �­ndice so­bre 100, de predominio de población masculina, se encuentra en las regiones I, II, III, VI, VII, X, XI y XII, y bajo 100, con predominio de población femenina, en el resto de las regiones, especialmente Valpara�­so y Santiago. Una de las principales causas de las diferencias de �­ndice de masculinidad en las dis­tintas regiones se debe a las migraciones. La zona central, es­pecialmente Valpara�­so y Santiago, son polos de atracción para la población femenina, que encuentra fuentes de trabajo en el sector servicios. En los sectores rurales en cambio, predomina la población masculina, lo mismo que en las regiones extremas del pa�­s donde los varones son mayor�­a; esto se debe principal­mente a la importancia geopol�­tica de ambas zonas, y al tipo de actividades económicas que se desarrollan: minera en el Norte y ganadera en el Sur .
Analizando la población por sexo y por tramos de edades, encon­tramos significativas variaciones: nacen más hombres que mu­jeres y el número de hombres predomina hasta la edad de 30 años. Entre los 30 y 34 se produce un equilibrio y, a partir de los 35 años, la proporción se invierte, aumentando el número de mujeres a medida que aumenta la edad. As�­, en el tramo de los 80 años en adelante la proporción es de un 36% de hombres y un 64% de mujeres.
4.2. Estructura de la poblacion segun edadEn un lapso de 30 años la estructura de la población chilena por edades ha variado notablemente: disminuye la población infan­til-juvenil menor de 19 años y aumenta enormemente la pobla­ción adulta y la de la llamada "tercera edad".
La composición de la población por sexo y por edades, que se gra­fica en la pirámide de población, muestra en 1960 y 1992 los cambios experimentados en la estructura de la población chilena con relación a la edad.
Por la reducción de la natalidad, se ha contra�­do la base de la pirámide, en tanto que por la disminución de la mortalidad y la extensión de la esperanza de vida, que para la población chilena es de 72 años, ha aumentado considerablemente el grupo de adultos y el de la tercera edad. Por esta razón, la estructura de la pirámide tiende a una forma rectangular, que es propia de los pa�­ses más desarrollados, donde la población longeva supera el 10%, los adultos son casi el 60% y los niños y jóvenes sólo alcan­zan un 30%.
Nuestra población está en una etapa de transición en la que la población de 0-10 años es el 39,2%, la de 20-64 el 54,6% y la que tiene 65 años y más un 6,2%. Por lo tanto la población joven mantiene su importancia y requiere de la creación de progra­mas de capacitación y nuevos espacios laborales, para incorpo­rarla al mundo del trabajo. La población de adultos mayores ne­cesita también la creación de una infraestructura ocupacional adecuada y la cobertura de protección básica que les permita vi­vir dignamente.
POBLACIÓN ECONÓMICAMENTE ACTIVA (PEA) es la que desarrolla o puede desarrollar una actividad re­munerada. Se contrapone a la población pasiva, que son los estudiantes, ancianos, los impedidos que no pueden trabajar y las mujeres dueñas de casa que no reciben salario por su trabajo.

COMPOSICI�N DE LA POBLACI�N SEGuN SUS CARACTERISTICAS ECON�MICAS
Para poder evaluar las caracter�­sticas económicas de la pobla­ción es necesario tomar en cuenta algunos �­ndices, como el de la población económicamente activa o la fuerza de
Trabajo, as�­ como la ocupación por ramas de actividad, las actividades predomi­nantes y el nivel de vida alcanzado, todo lo cual es un reflejo del grado de desarrollo del pa�­s.
En nuestro pa�­s, más de la mitad de la población puede desarro­llar actividades económicas, pero la población económicamente activa (PEA) es, según los datos del per�­odo octubre-diciembre de 1992, de 4.990.430 personas, cifra equivalente a un 37,5% de la población total. Esta proporción ha ido aumentando si la compa­ramos con per�­odos anteriores: en 1970, la PEA era de un 30% y en 1982 de un 32,5%. El aumento experimentado se debe al ma­yor desarrollo económico, a la creciente incorporación de la mujer al campo del trabajo ,aunque todav�­a se mantiene la relación por la cual de cada persona activa dependen dos inactivas.
Esta relación es muy importante si pensamos en la elabora­ción de pol�­ticas económicas para el futuro, ya que, si se conti­nua favoreciendo la tendencia al crecimiento de la PEA, pode­mos pensar en un aumento del ingreso per cápita nacional y en el mejoramiento del nivel de vida general.
Pero este �­ndice se ve complementado por las áreas de actividad en que trabaja nuestra población (Primaria, Secundaria, Terciaria).
En la estructura de actividades de Chile predominan las tercia­rias, es decir, el peso de su econom�­a está en la producción de servicios y no en la producción de bienes; razón por la cual se inserta entre los pa�­ses en v�­as de desarrollo.
.Sector Primario (extracción de materias primas), La población que trabaja en la agricultura ha crecido levemente en la última década; en 1982 era de un 16,2% y en 1992 de un 18%. La miner�­a ocupa solo un 1,8% de la fuerza de trabajo, lo que se debe a su alto nivel de mecanización. En conjunto, la actividad primaria ocupa un total de 19,8% de la PEA.
.Sector Secundario (elaboración y manufactura de materias primas), Este sector abarca un 24,13% de la fuerza de traba­jo, que es un 4,7% superior con relación al año 80. Este aumento se debe, en gran medida, a la expansión del área de la construcción, que en 1980 era inferior al 5%, y en 1992 sobrepasa el 7%.
.Sector Terciario (comercio y servicios), En 1984, contaba con un 54% de la PEA, y en 1992 aumentó aun 56,47°, por lo tanto, los servicios y el comercio siguen siendo las actividades que ocupan a la mayor parte de los trabajadores del pa�­s.
A escala regional, la composición de la fuerza de trabajo refleja, en forma indirecta, el peso que tiene cada actividad económica dentro de la región, y se caracteriza a cada una de ellas según sea la distribución de cada rama de actividad. Por ejemplo, en la Región de Iquique predomina la actividad de servicios y en la de O'Higgins la agricultura.
6. LA POBLACI�N SEGUN SU �REA DE RESIDENCIA URBANA y RURALActualmente predomina la población rural sobre la urbana a nivel mundial, pero la tendencia es que, en plazos relativamente breves, suceda lo contrario y la mayor�­a de la población sea urbana.
Nuestro pa�­s no es ajeno a las tendencias dominantes. Hasta 1930 predominó la población rural; a partir de la década del 50 se produjo el fenómeno inverso y, actualmente el 83,5% de la po­blación chilena reside en áreas urbanas, mientras que solo un 16,5% vive en medios rurales.
Esta proporción var�­a en las regiones. Hay altas tasas de urbani­zación en las regiones de los extremos Norte y Sur, por sus con­diciones naturales y la escasez de actividades agropecuarias, que hacen que la población se concentre en las ciudades. Las regio­nes del centro
del pa�­s son altamente urbanizadas, como en los casos de Valpara�­so (90,2%) y Santiago (96,5%). Las demás re­giones presentan tasas inferiores a la cifra nacional, pero siem­pre sobre el 50%. Respondiendo a su vocación agr�­cola, las tasas más bajas de urbanización se
encuentran en las regiones del Maule, la Araucan�­a y Los Lagos.
La Región Metropolitana, por definición, indica su carácter urba­no. Concentra un 39% de la población total del pa�­s y de este por­centaje, solo el 3,5% se considera como la población rural del área.
6.1. Ciudades chilenas
El sistema urbano chileno es desequilibrado, lo mismo que sucede en la mayor parte de los pa�­ses en v�­as de desarrollo. La gran ciu­dad-capital, Santiago, tiene un volumen de población muy eleva­do, más de un tercio del total de la población. Las ciudades que la siguen, en monto de población, corresponden a conurbaciones. Es el caso del gran Valpara�­so, conurbación formada por Valpa­ra�­so- Viña del Mar, a las que se agregan Villa Alemana y Quil­pué. En conjunto suman 808.300 habitantes y ocupan el segundo lugar en el rango poblacional urbano, lo que representa el 5,8% de la población total del pa�­s.
El tercer lugar del volumen poblacional lo ocupa la conurbación Concepción- Talcahuano-Coronel, con 618.390 habitantes que co­rresponden aun 4,5% de la población chilena.
6.2. MIGRACIONES INTERNASEn el gran aumento poblacional de las ciudades en los últimos 50 años ha influido mucho la migración rural-urbana, que reduce la población rural y aumenta la concentración urbana.
El movimiento migratorio de la población rural se realiza por eta­pas. Primeramente los migrantes se dirigen a los centros urbanos más pequeños y cercanos a su lugar de origen; luego se desplazan a ciudades más grandes, que suelen ser las capitales regionales desde donde es fácil para muchos emigrar después a la capital del pa�­s.
Según el Censo de 1992, el total de migrantes en el pa�­s; en el pe­r�­odo 1987-1992, fue de 800.940 personas, de las cuales un 49%
POBLACI�N URBANA.
Es la que reside en localida­des con determinadas caracter�­sticas: la agru­pación planificada de un cierto número de per­sonas y viviendas; la disponibilidad de servicios de agua potable, alcantarillado, luz eléctrica, comercio, y centros de comunicación. Según el INE, "urbano" es todo asentamiento que posea rasgos de urbanización, con un m�­nimo de 60 viviendas agrupadas y una población no infe­rior a 301 habitantes.
Pero el indicador más importante para diferen­ciar la población urbana de la rural, es el tipo de actividad que realiza. La población urbana rea­liza actividades relacionadas con los sectores se­cundario y terciario.
POBLACI�N RURAL.Es la que reside en forma dis­persa o en agrupaciones de pocas personas; ca­rece de los servicios propios de los centros urba­nos y realiza actividades relacionadas con el sector primario, eran mujeres y un 51% hombres. Solo predomina el elemento femenino migrante en la Región Metropolitana, con un 53%. Esta sigue manteniéndose como el gran polo de atracción: entre 1987 y 1992 inmigraron a la capital 113.691 personas, lo que significa 22.738 inmigrantes anuales y un flujo diario de 62,2 personas. Pero en el mismo per�­odo, emigraron de la capita1175.315 personas, con lo que el saldo migratorio de la región fue de 113.691 personas.
Confirmando las tendencias manifestadas en los censos anteriores, las regiones de Tarapacá, Antofagasta y Atacama en el Norte siguen teniendo saldos migratorios positivos, al igual que las regiones sureñas y centrales de Aisén, Magallanes, Valpara�­so, del Libertador B. O'Higgins y Metropolitana. Las otras regiones, en las que la población agr�­cola es mayor, tienen saldos migratorios negativos, ya que siguen expulsando población hacia los centros urbanos.
En resumen, la población de las áreas rurales sigue mirando hacia los grandes centros, como la meta para su aspiración de sur­gimiento; los grandes y pequeños centros urbanos se convierten en focos de inmigración que reciben el flujo del éxodo rural. La Región Metropolitana sigue siendo atractiva para todos los habitantes del pa�­s pero en menor medida que en per�­odos anteriores, y su población sigue manteniendo, desde hace treinta años, un porcentaje similar de la población total del pa�­s, lo que significar�­a que hay ciertos avances en el proceso de regionalización.

7. CARACTERISTICAS EDUCACIONALES DE LA POBLACI�N
El nivel de educación alcanzado por la población en general, es un indicador del grado de desarrollo en que se encuentra un pa�­s.
La variable más importante es el nivel de alfabetización, que en nuestro pa�­s se ha elevado en un plazo relativamente corto. A partir de la Ley de Instrucción Primaria Obligatoria dictada en 1920, y promulgada con el texto definitivo en 1929, se impulsa la alfabetización y la escolarización en el pa�­s. A comienzos de siglo, solo la mitad de la población de 15 años sab�­a leer y escribir; a partir de 1950 llegaba a más de un 80%, y en los últimos censos sobrepasa el 90%. A nivel regional esta tasa var�­a, según sean las caracter�­sticas urbanas y rurales de la región. Los sectores urbanos cuentan con un mejor equipamiento educacional; en cambio, en los sectores rurales tienen un infraestructura insuficiente.
El nivel educacional de un pa�­s se conoce también por el número de personas matriculadas en escuelas y centros de estudios superiores. En Chile, el número total de alumnos matriculados en 1993 corresponde a 3.242.316 alumnos, que representan un 24% del total de la población del pa�­s. Este porcentaje es inferior al del año 82 (27%), lo que podr�­a explicarse por la disminución de la población de niños y jóvenes, producto de la tendencia al envejecimiento poblacional, lo que se manifiesta notoriamente en la disminución de matriculas de la Enseñanza Básica.
Por otra parte, el aumento de matriculados en la Enseñanza Preescolar está en relación directa con la mayor participación de la mujer en el campo laboral; y el aumento de matr�­culas en la Educación Superior se explica por el número de universidades que han proliferado a partir de la promulgación de la Ley de Uni­versidades de 1981.
A pesar del notorio aumento de la Educación Superior, es igual­mente bajo el porcentaje, considerando que nuestra población es mayoritariamente joven y adulta. Preocupan los jóvenes que no tienen acceso a las universidades, por puntajes o por incapacidad económica, ya que las nuevas universidades son todas de carácter particular. Es importante impulsar la enseñanza técnica e indus­trial con carreras medias, para lograr un mayor aprovechamiento y transformación de nuestros recursos en bienes productivos, con­tribuyendo as�­ aun mayor grado de desarrollo nacional.
SINTESIS­
La población chilena es mestiza y blanca en su gran mayor�­a. Este mestizaje racial plantea hoy mu­chas interrogantes con relación a una identidad nacional; Tendemos a negar nuestro origen étnico en vez de asumir la s�­ntesis que significa la fusión de culturas diferentes.
Chile posee una densidad poblacional de 18 h/km2 que r~sultabaja en relación a la superficie del pa�­s. Esto se debe a factores naturales y culturales que han condicionado un poblamiento en las zonas bajas de Chile Central, en desmedro de las regiones extremas del Norte y del Sur que tienen una geograf�­a abrupta y un clima más riguroso. Esta tendencia est~yariando, especialmente en las regiones del Norte. Por otra parte, la capital del pa�­s crece en forma desmedida, originando un gran desequilibrio en relación a las demás regiones.
La población chilena crece con un ritmo ininterrumpido desde el siglo pasado. Hasta hace un par de décadas la estructura de la población se caracterizaba por ser mayoritariamente infantil y joven; hoy d�­a, el dinamismo poblacional se encuentra en una situación de tránsito demográfico: del predominio de una población joveQ se tiende al de una población envejecida, propia dejos pa�­ses desarrollados.
La población económicamente activa sigue en aumento; sus actividades se concentran especialmente en el sector terciario, y dentro de este, eQel áre¡;tde servicios. A pesar de esta notoria "terciarización", Chile se mantiene como pa�­s en v�­as de desarrollo. Para lograr la condición de pa�­s desarrollado le queda bastante camino por recorrer y necesita, entre otros factores, seguir expandiendo el sector se­cundario, que concentra las estructuras productivas industriales, para configurar as�­ una econom�­a más sólida y menos dependiente. La población económicamente activa (PEA) representa parte del po­tencial requerido por el pa�­s para ampliar su estructura productiva.
Chile es un pa�­s altamente urbanizado, especialmente en la capital, laVy VIQregión y los extremos Norte y Sur. Este alto grado de urbanización provoca grandes desequilibrios que se reflejan en la me­galópolis que es Santiago, y el desarrollo urbano de las capitales regionales. Los movimientos migrato­rios internos confirmarilo anterior: nuestra población emigra del mundo rural hacia las ciudades, las capitales regionales, y especialmente a Santiago.
El nivel educacional de la población chilena esta sitQmamoscomo indicador el alfabetismo (más de un 90%) y la gran expansión de los niveles educacionales: preescolar, escolar y superiorcient�­fico-pro­fesional. Se requiere ahora poner el acento en un incremento de la educación técnico-industrial que absorba a una población joven y adulta en creciwiento,para que pueda tener acceso a la calificación
 y especialización que demandan las necesidades del pa�­s;

BIOGEOGRAFIA DE CHILELa vegetación y la fauna que existen en el paisaje son el producto de un proceso de adaptación al clima y al suelo. El clima es un factor selectivo de las plantas y, por ende, de los animales. El suelo, al ser producto de la interacción de agentes atmosféricos, animales y vegetales sobre la superficie terrestre, determina áreas de caracter�­sticas diferentes.
En Chile existen alrededor de 6.000 especies de plantas agrupadas en 700 géneros, que pertenecen a unas 158 familias.
En cuanto a la fauna, cada organismo vive en un lugar determinado, llamado "hábitat" al cual debe adaptarse.
Se pueden distinguir zonas bioclimáticas en nuestro pa�­s denominadas "ecosistemas", que consideran el factor climático, edáfico, la latitud y el relieve. Según Ximena Toledo y Eduardo Zapater (1984) son:
a) Ecosistema de carácter xeromórfico.Zonas condicionadas por el factor sequedad. Los seres vivos necesitan adaptarse a esas condiciones; como no todos lo consiguen, el número de plantas y animales existentes, es muy pequeño.
Mediante la consideración de factores locales, se pueden determinar a su vez ecorregiones:
-Ecorregión del desierto litoral: Desde Arica a Chañaral. Existe una vegetación herbácea de carácter ef�­mero debido alas "camanchacas".
La fauna es escasa, sobresaliendo las aves marinas.
-Ecorregión del desierto Perárido Tropical: Al oriente de la ecorregión anterior hasta los pies de la Cordillera de los Andes. La vegetación debe adaptarse a este medio y por esto desarrollan espinas que captan la humedad del aire.
La fauna es muy pobre compuesta por insectos y algunos lagartos.
-Ecorregión del bosque tropical Xerófito: Se desarrolla por la existencia de aguas subterráneas. Su especie más caracter�­s­tica es el Tamarugo, que se presenta acompañado de brea y pasto salado.
-Ecorregión de valles y oasis Xéricos: Corresponde a valles y oasis desarrollados a orillas de cursos de agua, como Pica, Azapa, Camarones y Camiña. También tienen aportes de aguas subterráneas, lo que permite el desarrollo de una abundante vegetación de chilca, brea, cola de zorro, chañar, algarrobo y pimiento.
En cuanto a la fauna, existen culebras lagartos, zorros y tucutucus.
-Ecorregión de Cactáceas y de Xerófitas espinosas: Por las abruptas pendientes sólo se encuentran cactáceas de 6 a 8 mts. y una fauna de roedores, guanacos, llamas y vicuñas.
-Ecorregión Altiplánica Andina: Corres­ponde a la Puna. La vegetación está estratificada según la altura:
.Tolar: arbustos espinosos y tolar (sobre 3.000 mts.)
.Vegetación rastrera (De 3.500 a 4.000 mts.)
.Pradera andina y bofedal (3.900 mts.)
.Pajonal, con llaretas y queñoal (sobre los 4.000 mts.)
La fauna está compuesta en su mayor parte por auquénidos, ñandú, tagua gigante, cóndor, etc.
b) Ecosistema de Transición
Se ubica entre los r�­os Copiapó y Aconcagua. La vegetación tiene un desarrollo irregular y con adaptaciones a las condiciones xerófitas. En las quebradas existe vegetación espinosa y plantas perennes. Predomina en este sistema, la estepa.
c) Ecosistema de carácter templado mesomórfico
Entre los 33" S (r�­o Aconcagua) hasta los 37° S (B�­o B�­o). De Norte a Sur, existen desde formaciones semidesérticas hasta bosques higrófitos templados.
Este ecosistema concentra el mayor asentamiento humano del territorio, y presenta zonas de explotaciones agropecuarias. En este ecosistema distinguimos:
-Estepa de Arbustos Espinosos: que se desarrolla desde el sur de Aconcagua por la Depresión Intermedia. Encontramos: la Acacia Cavenia o espino, la chilca y el Trevo, y en la fauna, diuca, jilguero, loica, coipo, etc.
-Bosques Laurifoliados Esclerófilos: Se encuentran en la Cordillera Costera donde existen precipitaciones sobre los 400 mm. anuales. Las especies más caracter�­sticas son: quillay, litre, belloto, boldo, peumo, maitén, bollén y palma chilena.
-Matorral Esclerófilo: Comprende el área de la Depresión Intermedia desde Aconcagua a Maule. Encontramos aqu�­ cardos, peumo, maqui, litre, quillay y boldo. La Fauna natural prácticamente ha desaparecido.
d) Ecosistema de carácter templado higromórficoEn esta clasificación se encuentran los bosques templados de Chile Central en ambas cordilleras. Más al sur, están los bosques pluviales perennes, caducos, mixtos y de con�­feras, que conforman la "Selva Valdiviana" o “puviselva", que comprende especies como mañ�­o, coigüe, roble maulino, lenga, nirre, alerce, etc. que se extienden hasta Chiloé.
A los 40" latitud sur, comienza el bosque de araucaria, con�­fera nacional de gran importancia económica y tur�­stica.
Numerosas especies animales enriquecen la "Selva Valdiviana" con especial importancia fisionómica de los anfibios, huemules, pudúes, roedores, etc.
e) Ecosistema de carácter subantártico patagónicoDe los 43" S hacia el sur. El paisaje está repre­sentado por la Cordillera de los Andes: praderas y estepas fr�­as subandinas y tundra ártica en Tierra del Fuego.
Los bosques están formados por ñirre, lenga, coigüe y ciprés de las Guaitecas.
La fauna es cada vez más escasa, con la presencia del pudú, guanaco, huemul, zorro colorado y jabal�­ (cerdo salvaje).
f) Ecosistema Antártico Chileno
El factor limitante, desde el punto de vista ecológico, es el fr�­o (bajo 0°C). Se desarrolla la tundra antártica herbácea, formada por pastos bajos. La fauna está compuesta, mayorita­riamente, por aves y mam�­feros. Tanto flora como fauna se desarrollan en las áreas litorales de este ecosistema.
GLOSARIO
1. Esclerófilo: vegetación con hojas duras y resistentes
2. Higromórfico: vegetación de zonas húmedas
3. Laurifoliado: vegetación adaptada al fr�­o
4. Mesomórfico: vegetación de zonas medias
5. Ombrófilo: vegetación adaptada a la sombra
6. Perenne: vegetación continua (no caduca)
7. Xerófilo: vegetación adaptada aun medio seco 8. Xerófito: vegetación de ambientes áridos o semidesérticos
9. Xeromórfico: vegetación de zonas secas